domingo, 9 de mayo de 2010

El miedo a la libertad

El miedo a la libertad

El tema de la libertad del hombre es algo que ha preocupado al ser humano desde prácticamente el principio de los tiempos. Ya grandes pensadores como pudieran ser Aristóteles o Platón tocaban este tema en sus reflexiones, como se puede ver en el mito de la caverna.

En éste el hombre está siendo manejado por unos titiriteros que proyectan sombras en la pared de su caverna y que le hacen creer que es la realidad. Hasta que el hombre no descubre el engaño y sale d ella caverna, no descubre el verdadero mundo y no obtiene por tanto la libertad.

Sin embargo, en la sociedad griega, en la civilización que empezó ha hablar de democracia existían esclavos y esto era algo normal ¿Eran ellos libre para Platón?

Sea como sea, es curioso que el tema de la esclavitud motivara muchos años después a gente como M.Luther King, entre otros, de hablar de libertad. La misma libertad que reclamaban los primeros presidentes de Norte América a pesar de tener a sus órdenes esclavos de origen negro ¿Para ellos no podía haber libertad?

¿Era la misma libertad a la que se refería Platón la que proclamaban los presidentes o la que revindicaba Luther King? ¿En realidad es alguno de ellos libre como para reclamar libertad para otros?

Quizás para poder contestar a algo de esto se debería definir primero que es libertad como tal.

Según la RAE (Real Academia d ella Lengua Española) libertad sería “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”

Sin embargo, según el mismo diccionario también puede ser: “Estado o condición de quien no es esclavo” o “Estado de quien no está preso

No lo entiendo ¿pero no era inherente y natural a todo ser humano? ¿Los esclavos o presos no son humanos?

La realidad, según mi opinión, es que por mucho que nos esforcemos, la libertad no existe y no nos interesa que así sea. Todos necesitamos ciertas directrices que guíen nuestros actos e incluso nuestros pensamientos, algunos las buscan en la religión (los diez mandamientos) otros en la ley (constitución)...

Lo cierto es que para poder convivir necesitamos esas normas, sean del tipo que sean, sino la convivencia en comunidad o sociedad sería imposible, ya que los conflictos entre personas serían eternos y jamás encontrarían solución. Y nos guste o no, el hombre es un animal y necesita vivir en comunidad para su supervivencia.

Puede entonces, que la libertad o sea tan bueno como lo pensábamos, que no sea si quiera algo bueno. En realidad y si lo pensamos bien es más fácil vivir simplemente obedeciendo que teniendo que elegir a cada momento qué hacer y por qué.

En este sentido cabe destacar la idea de Erich Fromm en su obra “El miedo a la libertad” en relación a la libertad y la democracia (la sociedad actual):

Análisis de "El miedo a la libertad"



En la foto, el autor del libro, Erich Fromm


Fuente: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkixk3lwEhiMGfMbs_G0rjAJZqIIw6NHG4RLG9cxvp2vU83Kr8hf63HdNzrWrUooWli6C_FyZO2g8TmE1dkl8IohM4ZX4Zn1QDvQ9TTiGuxTLYEj_WPDfDgXCGHA4-JKPXpm4m3aCKBbs/s400/fromm2gSMALL.jpg


Y por si alguien tiene interés en leerse el libro a continuación un enlace a una página donde pueden descargarlo.


El miedo a la libertad


Sin embargo, aún con todas las ventajas que se pueden resaltar sobre el hecho de no ser libre, la libertad en relación con la creatividad ayuda a que aumenten los bloqueos anteriormente explicados.

Esas normas que nos rigen, también nos recortar nuestro ámbito de actuación, como ya he dicho, nos dicen en cierto modo qué pensar y cuando, y eso coarta nuestra creatividad.

Cuando nuestras ideas pueden alcanzar “lugares” que no están prescritos en nuestras, nos auto-castigamos sino lo hace ya la sociedad antes por nosotros. Esto, como ya he dicho nos restringe, pero también nos crea cierto miedo a ser libres.

Este miedo se basa en el temor a la marginación y la exclusión social. La gente prefiere ser socialmente aceptada y estar integrada aunque eso conlleve este tipo de restricciones.

Lo único que queda es preguntarnos es ¿Realmente queremos ser libres ? ¿A qué precio?

A continuación a modo de ilustración dos leves conversaciones de una historia propia la cual me parece bastante apropiada para este apartado. En la foto, la imagen de la protagonista de la historia: Shizuko.

-¿por qué?-dijo Alcander con interés-¿acaso piensas que seguir las normas no es algo moral?

-no siempre-dijo Shizuko-verás, si es cierto que tú adoras las normas entonces quiere decir que eres un hombre correcto, ya que las normas siempre será el camino correcto, pero el camino correcto no siempre es el mejor y muchas veces no es el camino más…acorde con la moral

-las normas se fijan mirando hacia el bien común-dijo Alcander-y ser una persona moral quiere decir tener altos valores personales y seguirles, y esos valores siempre apuntan hacia lo bueno, es decir, hacia las normas indirectamente

-bueno Alcander, ¿Cuántos años tienes?-preguntó Shizuko

-veinticinco-dijo Alcander sin comprender

-bien y teniendo veinticinco años supongo que la vida te habrá demostrado que no nada común-dijo Shizuko-todo se descompone en pequeños casos particulares sin que, en la mayoría de los casos puedas juzgar uno dependiendo de otro

-¿quieres decir que las normas son inútiles?-dijo Alcander asombrado

-no, quiero decir que las normas son directrices, sobre las que tener una referencia-dijo Shizuko-sirven solo para poder controlar y organizar la sociedad, pero no tiene relación alguna con la moral. Y menos si nos metemos a analizar quién fija esas normas, porque y hacia qué propósito, entonces descubriríamos que ninguna norma es justa, y que al revés, en vez de favorecer a los necesitados o la mayoría, como se supone hacen, sirven para favorecer e enriquecer con poder a los que fijan esas normas

-entonces yo sería un hombre correcto pero amoral-dijo Alcander

-no lo sé-dijo Shizuko-hasta ahora solo sé que eres un hombre correcto, educado y encantador, pero no sé si eres moral o amoral-dijo Shizuko sonriendo e Alcander sonrió tras un momento de sorpresa-si te sirve de consuelo puedo decirte que creo que eres un buen hombre, moral y correcto. Creo que si llegada una situación tuvieras que romper las normas para ayudar a alguien porque sabes que es moral, lo harías sin dudar

-esque…no puedo creer que tengas razón diciendo que las normas nos quitan la libertad, que son las normas lo que no nos hace libres, que precisamente por las normas el hombre no es libre…y que sin embargo si fuéramos morales no harían falta normas y seríamos libres

-quizás no ser libre no sea tan malo como todos creen-dijo Shizuko conciliadora-o quizás me equivoque

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